jueves, 8 de marzo de 2007

Tips de belleza

He pasado la mitad (o más de la mitad) de mi vida luchando con mi pelo, añorando esas largas cabelleras perfectamente lisas y brillantes moviéndose con el viento. Viví haciendome brushing casero muchos años (antes del boom de las planchas), he probado todos los shampoos habidos y pro haber existentes en el mercado nacional: anti frizz, liso sedosos, liso extremo, rizos hidratados, rizos definidos, etc, incluídas las cremas de masajes anti quiebres, cabello seco, brillo de espejo, rizos hidratados, anti frizz, etc, etc, etc. Todo ésto por que soy esclava de mi cabellera. Cuando veo los comerciales de shampoos me dan tantas ganas de tener el pelo largo hasta la cintura (obviamente, sin parecer evangélica), pero cuando mi pelo llega a la mitad de la espalda siento la urgencia de cortármelo. La cuestión es que todos esos productos me han llevado a un "sabio" descubrimiento...no necesito nada de eso, mi pelo nunca será liso y menos liso perfecto, mi pelo no tendrá brillo de espejo porque es naturalmente muy brillante, no necesito el famoso shampoo anti frizz porque me deja el pelo tiezso y no tengo frizz, no necesito risos hidratados porque tengo unos bellos risos...y sí, además me veo mucho mejor siendo crespa (me costó años entenderlo). Si, todas éstas conclusiones son bien estúpidas, pero la mayoría de las mujeres "normales" piensan lo mismo. Paso una hora y media arreglándome el pelo todos los días...y ni hablar de la chasquilla! no puedo imaginarme mi cara sin chasquilla. La chasquilla es lo más estresante...."y por ahorrarme el peluquero me he cortado mal la chasquilla miles de veces" y tengo que disimularla con pinchesitos, porque ya aprendí que si trato de arreglar la cagá que me dejé cortándomela aún más es peor. Y una mala chasquilla es casi imposible de arreglar. Todos estos años de investigaciones y experimentacíones propias en mi persona, así por ser, me han llevado a desarrollar técnicas poco convencionales que dan excelentes resultados para lograr el cabello deseado, pero seía extenderme demasiado en algo aún menos importante que lo que ya he estado escribiendo. En fín, me he dado cuenta de que jamás había escrito algo tan hueco en toda mi vida...y lo peor es que todo es verdad.

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