miércoles, 1 de agosto de 2007

Magia Negra

En otro día on the bus se me sentó al lado una señora. Y yo lo primero que hice fue ponerme los audífonos a todo shansho pa que cashara que no debía hablarme por nada del mundo, pero a las viejas eso les importa una mierda y el inicio de una larga conversación fue este:
Sra. Magda: Mijita...ud. cree en la "magia negra"??
Yo puse todo mi esfuerzo para contestar a esta pregunta sin hacer mueca alguna, y muy serena le contesté:
yo: Ehhh...mmmm....la verdad es que no creo mucho en esas cosas, por que nunca he visto nada, pero no sé...puede que sea verdad, hay que tenerles respeto.
Pero lo que en realidad quería decirle era ésto:
"Mire señora, encuentro que todo eso de la magia negra es muy estúpido,y si ud.cree en esas cosas a parte de ser estúpida es ignorante. Y es más estúpida aún por preguntarle a una desconocida sobre un tema así, y peor aún si la desconocida tiena al máximo el volumen para que ud. capte que NO DEBE HABLARME POR NADA DEL MUNDO."
Pero al señora no capto mi mensaje no textual y me habló todo el rato, me contó toda su vida, que para colmo resultó ser una profesora de religión (que además creía en magia negra). Lo más interesante vino después, después de que durmió y roncó como hora y media.
Me empezó a contar que recién se había separado, que su marido se había ido con la nana, que era una picante, que tenía un hijo, que ella creía que lo tenía "embrujado" y que ahora en sus vacaciones aprovecharía de visitar a una "bruja" para estar segura. Me contó que ella creía que estaba con la tipa que solo por sexo y porque ella lo tendría supestamente "hechizado". Y que con ella ni se la podía, que era viejo chico y pelao, y que ademása no se le paraba.
Después de ésto yo pensé: señora...no me siga hablando, tenga un poco de dignidad y de repeto por sí misma, por mí y por la mitad de los pasajeros de éste bus que la han escuchado durante 300 kilómetros y por favor cállese". Aunque siempre supe que solo se callaría cuando se bajara del bus.
La señora me siguió hablando y hablando y hablando, hasta que me empezó a caer bien, y me empezó a dar pena, proque seguramente no tenía a nadie más a quien contarle sus cosas y no encontró nada mejor que contárselas a una joven desconocida que lo único que quería era escuchar a Emilie Simon a todo shansho.
Llegamos al terminal y se despidió de beso, me deseó suerte en la vida y me dió sus bendiciones. Dijo que iría al Cacino y que si ganaba me buscaría en la Universidad.


por: Sally